La comunidad parroquial de SANTA ISABEL DE HUNGRÍA, desea vivir y transformar la realidad desde el Evangelio. Somos conscientes de nuestra fragilidad,de la necesidad de apoyarnos entre nosotros, para juntos, beber de la Fuente de Agua Viva, y así poder ser fuentes de fe de los más lejanos y los más cercanos.
jueves, 29 de noviembre de 2012
Corona de Adviento
Les dejamos la corona de Adviento con el rito para encender las velas cada domingo y un modelo bien sencillo por si se animan a una corona un poco más creativa.
Como ven solo se necesita lana verde, roja y unos círculos de cartón
Calendario de Adviento.
Cadena de papel para Adviento, con propósitos para cada día.
Normalmente en Adviento, a los niños les gusta ir contando los días que faltan para Navidad. Hay muchas opciones, y sin duda, esta cadena es una de ellas.
Material
2 hojas de papel morado
1 hoja de papel rosa
1 hoja de papel blanco
archivo1 para papel morado
archivo2 para papel rosa
archivo3 para papel blanco
grapadora
Los propósitos están tomados de una hoja , por lo que no estan cambiadas las fechas. Tener cuidado con ello.
Pasos
- Imprime los archivos en las hojas correspondientes.
- Recorta cada una de las tiras.
- Asegúrate de que estén todas ordenadas por fecha y empieza a graparlas.
- Esta cadena la puedes colocar en un lugar especial en tu sala, en el comedor o altar en casa. - Anima a tus hijos a hacer cada uno de los propósitos que cada cadena trae como forma de preparación para Navidad. - También puedes tener una cajita de regalo cerca de la cadena para ir colocándolas, según las vayas quitando, para dársela al Niño Jesús el día de Navidad.
Reflexiones en torno al año de la fe
Ayer tuvimos nuestra reunión de catequesis. Hemos de decir que echamos de menos a muchos de ustedes.
En cualquier caso, una de las cuestiones trabajadas fue el documento que se ha elaborado para que la comunidad parroquial reflexione en torno al tema de este año que es, como saben el Año de la fe.
sábado, 24 de noviembre de 2012
sábado, 17 de noviembre de 2012
domingo, 11 de noviembre de 2012
El Credo
Y esto más que para los niños, para los padres. ¿Sabemos lo que decimos cuando recitamos el credo en misa?
Una pequeña reflexión en vídeo.
martes, 6 de noviembre de 2012
Fiestas de Santa Isabel de Hungría.
Esta semana comienza la fiesta. Para que nadie falte a ninguna actividad, acá les dejamos el programa.¡Les esperamos!
Borrador Programa de Fiestas Santa Isabel 2012
lunes, 5 de noviembre de 2012
Calendario completo de todo el año
Acá les dejamos el calendario del curso, con todas las actividades.
Para tenerlo en el corcho real o virtual.
Para tenerlo en el corcho real o virtual.
domingo, 4 de noviembre de 2012
El evangelio de la semana
El evangelio de hoy domingo XXXI, ciclo B, del TO ha sido éste:
Evangelio según San Marcos 12,28b-34.
Un escriba que los oyó discutir, al ver que les había respondido bien, se acercó y le preguntó: "¿Cuál es el primero de los mandamientos?". Jesús respondió: "El primero es: Escucha, Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor; y tú amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, con todo tu espíritu y con todas tus fuerzas. El segundo es: Amarás a tu prójimo como a tí mismo. No hay otro mandamiento más grande que estos". El escriba le dijo: "Muy bien, Maestro, tienes razón al decir que hay un solo Dios y no hay otro más que él, y que amarlo con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo, vale más que todos los holocaustos y todos los sacrificios". Jesús, al ver que había respondido tan acertadamente, le dijo: "Tú no estás lejos del Reino de Dios". Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
Una buena reflexión, la que nos hace Pagola para este evangelio:
LO IMPORTANTE
Un escriba se acerca a Jesús. No viene a tenderle una trampa. Tampoco a discutir con él. Su vida está fundamentada en leyes y normas que le indican cómo comportarse en cada momento. Sin embargo, en su corazón se ha despertado una pregunta: "¿Qué mandamiento es el primero de todos?" ¿Qué es lo más importante para acertar en la vida? Jesús entiende muy bien lo que siente aquel hombre. Cuando en la religión se van acumulando normas y preceptos, costumbres y ritos, es fácil vivir dispersos, sin saber exactamente qué es lo fundamental para orientar la vida de manera sana. Algo de esto ocurría en ciertos sectores del judaísmo. Jesús no le cita los mandamientos de Moisés. Sencillamente, le recuerda la oración que esa misma mañana han pronunciado los dos al salir el sol, siguiendo la costumbre judía: "Escucha, Israel, el Señor nuestro Dios es el único Señor: amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón". El escriba está pensando en un Dios que tiene poder de mandar. Jesús le coloca ante un Dios cuya voz hemos de escuchar. Lo importante no es conocer preceptos y cumplirlos. Lo decisivo es detenernos a escuchar a ese Dios que nos habla sin pronunciar palabras humanas. Cuando escuchamos al verdadero Dios, se despierta en nosotros una atracción hacia el amor. No es propiamente una orden. Es lo que brota en nosotros al abrirnos al Misterio último de la vida: "Amarás". En esta experiencia, no hay intermediarios religiosos, no hay teólogos ni moralistas. No necesitamos que nadie nos lo diga desde fuera. Sabemos que lo importante es amar. Este amor a Dios no es un sentimiento ni una emoción. Amar al que es la fuente y el origen de la vida es vivir amando la vida, la creación, las cosas y, sobre todo, a las personas. Jesús habla de amar "con todo el corazón, con toda el alma, con todo el ser". Sin mediocridad ni cálculos interesados. De manera generosa y confiada. Jesús añade, todavía, algo que el escriba no ha preguntado. Este amor a Dios es inseparable del amor al prójimo. Sólo se puede amar a Dios amando al hermano. De lo contrario, el amor a Dios es mentira. ¿Cómo vamos a amar al Padre sin amar a sus hijos e hijas? No siempre cuidamos los cristianos esta síntesis de Jesús. Con frecuencia, tendemos a confundir el amor a Dios con las prácticas religiosas y el fervor, ignorando el amor práctico y solidario a quienes viven excluidos por la sociedad y olvidados por la religión. Pero, ¿qué hay de verdad en nuestro amor a Dios si vivimos de espaldas a los que sufren? José Antonio Pagola
Evangelio según San Marcos 12,28b-34.
Un escriba que los oyó discutir, al ver que les había respondido bien, se acercó y le preguntó: "¿Cuál es el primero de los mandamientos?". Jesús respondió: "El primero es: Escucha, Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor; y tú amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, con todo tu espíritu y con todas tus fuerzas. El segundo es: Amarás a tu prójimo como a tí mismo. No hay otro mandamiento más grande que estos". El escriba le dijo: "Muy bien, Maestro, tienes razón al decir que hay un solo Dios y no hay otro más que él, y que amarlo con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo, vale más que todos los holocaustos y todos los sacrificios". Jesús, al ver que había respondido tan acertadamente, le dijo: "Tú no estás lejos del Reino de Dios". Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
Una buena reflexión, la que nos hace Pagola para este evangelio:
LO IMPORTANTE
Un escriba se acerca a Jesús. No viene a tenderle una trampa. Tampoco a discutir con él. Su vida está fundamentada en leyes y normas que le indican cómo comportarse en cada momento. Sin embargo, en su corazón se ha despertado una pregunta: "¿Qué mandamiento es el primero de todos?" ¿Qué es lo más importante para acertar en la vida? Jesús entiende muy bien lo que siente aquel hombre. Cuando en la religión se van acumulando normas y preceptos, costumbres y ritos, es fácil vivir dispersos, sin saber exactamente qué es lo fundamental para orientar la vida de manera sana. Algo de esto ocurría en ciertos sectores del judaísmo. Jesús no le cita los mandamientos de Moisés. Sencillamente, le recuerda la oración que esa misma mañana han pronunciado los dos al salir el sol, siguiendo la costumbre judía: "Escucha, Israel, el Señor nuestro Dios es el único Señor: amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón". El escriba está pensando en un Dios que tiene poder de mandar. Jesús le coloca ante un Dios cuya voz hemos de escuchar. Lo importante no es conocer preceptos y cumplirlos. Lo decisivo es detenernos a escuchar a ese Dios que nos habla sin pronunciar palabras humanas. Cuando escuchamos al verdadero Dios, se despierta en nosotros una atracción hacia el amor. No es propiamente una orden. Es lo que brota en nosotros al abrirnos al Misterio último de la vida: "Amarás". En esta experiencia, no hay intermediarios religiosos, no hay teólogos ni moralistas. No necesitamos que nadie nos lo diga desde fuera. Sabemos que lo importante es amar. Este amor a Dios no es un sentimiento ni una emoción. Amar al que es la fuente y el origen de la vida es vivir amando la vida, la creación, las cosas y, sobre todo, a las personas. Jesús habla de amar "con todo el corazón, con toda el alma, con todo el ser". Sin mediocridad ni cálculos interesados. De manera generosa y confiada. Jesús añade, todavía, algo que el escriba no ha preguntado. Este amor a Dios es inseparable del amor al prójimo. Sólo se puede amar a Dios amando al hermano. De lo contrario, el amor a Dios es mentira. ¿Cómo vamos a amar al Padre sin amar a sus hijos e hijas? No siempre cuidamos los cristianos esta síntesis de Jesús. Con frecuencia, tendemos a confundir el amor a Dios con las prácticas religiosas y el fervor, ignorando el amor práctico y solidario a quienes viven excluidos por la sociedad y olvidados por la religión. Pero, ¿qué hay de verdad en nuestro amor a Dios si vivimos de espaldas a los que sufren? José Antonio Pagola
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